TÃtulo : |
Gelsomino en el paÃs de los mentirosos |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
Gianni Rodari, Autor ; Verdini, Raúl, Ilustrador ; Angelina Gatell, Traductor |
Editorial: |
Madrid : Alborada |
Fecha de publicación: |
1988 |
Colección: |
La locomotora |
Número de páginas: |
154 p. |
Il.: |
il. |
Dimensiones: |
19 cm. |
ISBN/ISSN/DL: |
978-84-7772-058-4 |
Idioma : |
Español (spa) Idioma original : Italiano (ita) |
Clasificación: |
Humor Vida escolar Vida familiar
|
Clasificación: |
J-N Narrativa juvenil |
Resumen: |
A partir de aquel dÃa, Gelsomino sufrió un verdadero infierno. En la escuela, para no causar más accidentes, llevaba siempre un pañuelo metido en la boca, pero, a pesar de tener que atravesar aquel obstáculo, su voz era tan fuerte, que sus compañeros tenÃan que taparse los oÃdos con las manos. El maestro le preguntaba las menos cosas posibles. Como Gelsomino era un buen estudiante, el maestro estaba seguro de que se sabÃa perfectamente las lecciones. En casa, después del accidente (quiso contar en la mesa lo ocurrido en el colegio y se cargó una docena de vasos), le prohibieron severamente que abriera la boca. Para desahogarse, no tenÃa más opción que salir fuera, lejos del pueblo, a los bosques, a la orilla del lago, a campo abierto. Cuando estaba bien seguro de encontrarse solo y de haber puesto suficiente distancia entre él y los cristales de sus convecinos, se estaba en el suelo, boca abajo, y empezaba a cantar. |
Gelsomino en el paÃs de los mentirosos [texto impreso] / Gianni Rodari, Autor ; Verdini, Raúl, Ilustrador ; Angelina Gatell, Traductor . - Madrid : Alborada, 1988 . - 154 p. : il. ; 19 cm.. - ( La locomotora) . ISBN : 978-84-7772-058-4 Idioma : Español ( spa) Idioma original : Italiano ( ita)
Clasificación: |
Humor Vida escolar Vida familiar
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Clasificación: |
J-N Narrativa juvenil |
Resumen: |
A partir de aquel dÃa, Gelsomino sufrió un verdadero infierno. En la escuela, para no causar más accidentes, llevaba siempre un pañuelo metido en la boca, pero, a pesar de tener que atravesar aquel obstáculo, su voz era tan fuerte, que sus compañeros tenÃan que taparse los oÃdos con las manos. El maestro le preguntaba las menos cosas posibles. Como Gelsomino era un buen estudiante, el maestro estaba seguro de que se sabÃa perfectamente las lecciones. En casa, después del accidente (quiso contar en la mesa lo ocurrido en el colegio y se cargó una docena de vasos), le prohibieron severamente que abriera la boca. Para desahogarse, no tenÃa más opción que salir fuera, lejos del pueblo, a los bosques, a la orilla del lago, a campo abierto. Cuando estaba bien seguro de encontrarse solo y de haber puesto suficiente distancia entre él y los cristales de sus convecinos, se estaba en el suelo, boca abajo, y empezaba a cantar. |
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